viernes, 14 de noviembre de 2008

El Peón de Campo


Qué se le va a hacer. Así es la vida del pión de campo. Vivo en mi ranchito solo, sin más compañía que mi guitarra. Madrugón tras madrugón, unos mates calientitos y en seguida a conducir la tropilla con mi caballo y mis dos perros. El patrón no me sujeta, mas siempre le estoy debiendo. Ahijuna, si me tiene flaco como culebra ese marica; él sólo viene a llevarse la plata y yo hago todo el trabajo. Pero el paisano sin el campo no puede estar, como lo que le pasó al Jacinto, que al poco tiempo de que lo despidieron del campo vecino murió en el bar, pobre, fue como si le sacaran el alma.
Paso los días andando por el campo, arreglando alambrados con mis manos curtidas, llevando la tropilla de un cuadro a otro con lluvia, escarcha o calor. Hay veces que la paso de malas, como el otro día que había dos liones en el cuadro cinco persiguiendo a mis ovejas; los alcancé con el rifle y cuando se me venían encima a uno le di en la cabeza y el otro mordió mi caballo y le dí un balazo en el lomo.
Cuando se arman peñas en el pueblo voy a divertirme un poco. Se comen asados de cordero con vino en bota y se baila con las chinas del lugar. Hay veces que algún paisano medio mamao empieza a rezongar y ahí no más se arma.
Algunos días me duele todo el cuerpo, pero es mal gaucho el que suspira, dicen, y no hay tiempo para las quejas, hay que apretar los dientes y seguir trabajando.
Todos los días le rezo a tatasita Dios pidiendolé que me cuide y que mejore mi suerte. Porque así es la vida del pión de campo, soportar los mal tratos y el mal pago, tragándose todas las broncas en su soledad.
PABLO ESCOBAR

1 comentario:

Unknown dijo...

Realmente no está pagado lo de ser peón del campo, o un agricultor sencillo que trabaja para poder vivir solo un poquito mejor. Las ganancias se las llevan los intermediarios.

Pero sí son afortunados por otro lado, ya que tienen más libertad y disfrutan de la naturaleza. Ven la vida de otra forma, sin aglomeraciones, sin estrés, sin tanta competitividad…

En fin, que creo que si a mi compañero le faltara el trabajo, echaríamos una cabrillas, o un rebaño de ovejas, y nos iríamos de nuevo al pueblo. A vivir en libertad, y sin pensar si mañana irán bien los transportes públicos, si podremos llegar bien a los trabajos, o si por el contrario, ahora que se han redicido las horas de trabajo, si
podremos terminar bien economicamnete hasta fin de mes….

Pasaba por aquí :-)y me gustó leerte, y por ello te dejé mi pequeñísima aportación. Saludos